Hoy hace un año empezó la lucha contra la enfermedad, ha sido un año difícil pero lleno de lecciones. En ese entonces no sabia que era lo que me esperaba y que tan difícil sería esta prueba, a pesar de las circunstancias y de que en algún momento ya no veía esperanzas hoy existen buenas noticias y ésta es mi analítica mas reciente: 27 de plaquetas y 9.8 de hemoglobina. Mi médula esta empezando a trabajar por si sola, anteriormente mis plaquetas no subían de 12 mil aún con todas las transfusiones que me ponían. Mi hemoglobina la mantenían alrededor de 8 gracias a los paquetes globulares que me ponían. Aunque todo va subiendo muy lento mi salud se recupera día a día. Desde febrero no recibo ninguna transfusión. El milagro que tanto estaba esperando esta aquí ahora.
Con respecto a la Timoglobulina, mandamos cartas a diversas fundaciones inclusive al presidente de la República pero nunca hubo respuesta. El tema del trasplante quedo olvidado por no tener hermanos o bien, el no poder financiar en una institución privada la búsqueda de un donante compatible. Creo que fue necesario que me quedara sin opciones para poder ver los milagros que Dios hace y hoy se que lo esta haciendo en mi vida. Cuando todo parece perdido siempre hay una esperanza y a mí Dios me la esta dando.
Después de un largo proceso los recuerdos de mis estancias en el hospital permanecen frescos en mi mente y aunque hoy estoy contenta de estar en casa y mejor de salud, no dejo de sentir tristeza en mi corazón por todas aquellas personas que se quedaron ahí cuando yo salí, por los que regresaron una y otra vez y por todos los que tal vez nunca regresaron a casa.
Para mi, la enfermedad es un gigante que me a costado mucho trabajo vencer, que me ha tenido como esclava, la situación se volvió tormentosa, pero esta ocasión yo quiero ser libre, ya no quiero ser esclava de este gigante, y Dios me esta dando esa libertad.
Dios conoce la condición de nuestro corazón y éste es probado por ciertas circunstancias, de esta manera nos sometemos a la intervención quirúrgica de Dios, Él nos limpiará completamente. Limpiará las arterias tapadas, quitará los callos y cortará el tejido cicatrical. Incluso, de ser necesario, nos hará un transplante completo y nos dejará con un nuevo comienzo para una nueva vida en Él.
Como no darle a Dios las gracias por un día más de vida.